lunes, 29 de junio de 2015

here we are again.

junio de 2015.
se asemeja a un deja vú, releerme me reconcilia con la idea de q mi esencia no cambia, demasiado, la verdad q no.
cambian las situaciones, cambian los momentos, pero el interior es el mismo. no se puede modificar lo inalterable.
hoy, una sensación de cansancio q no tiene q ver con las horas dormidas, ni con el trajín de un día más aburrido q otra cosa. se me confunden las no ganas con el mínimo entusiasmo de la escritura. 
la necesidad del anonimato es rara, libera, atrae, dan ganas de más, de seguir, de no detenerse, ingresar el mail, probar la contraseÑa y encontrar de nuevo el gusto.
un diario íntimo, escondido a los 10 aÑos, repetido a los 39.
pensando seriamente en la cercanía de los 40, como una mitad de algo imposible de saber dónde está la mitad, no? el absurdo es morir maÑana y no saber que es posible, mejor dicho, saber que es posible, pero no pensarlo. pero sí pensar en que esto transcurre, a veces sin encontrarle el sentido profundo, una sucesión de días grises sin mucha explicación ni gollete.
son tan raros los días con esa ausencia de alegría, calcados unos de otros de un almanaque borroneado por la rutina, más cargados o más aliviados, pero la cabeza q cae sobre la almohada y da vueltas en cosas no resueltas, en pensamientos repetidos para dormir, en el cuerpo q pesa, por momentos perdiendo conciencia, pasa un auto, me sobresalta, se me acalambra el brazo, no, no pasa nada si cuelga de la cama, no hay monstruos q lo agarren y lo tiren.
cuántos miedos infantiles escondidos en una personalidad forzosamente fuerte, atrincherados atrás de una superioridad q parece es, pero en el fondo no es nada. las mismas miserias, las mismas dudas y culpas, un cuerpo q acusa recibo, a veces suspira y sigue, a veces llora por tantas cosas pequeÑas, pero no llora por lo enorme.
difícil la conexión permanente conmigo misma, es una mente extraÑa esta, se asemeja a un león enjaulado q quiere libertad pero necesita quedarse en la comodidad de la celda. se me aparece como una idea maravillosa la quietud. qué lindo no poder hacer nada, rendirse ante lo inevitable. no more tears.